Las energías renovables están adquiriendo cada vez mayor reconocimiento social y empresarial gracias a que no contaminan, permiten la obtención de energía limpia y nos ayudan a ahorrar en la factura de la luz. Respecto a los paneles solares, es importante contar con un producto de calidad que ofrezca eficiencia y la garantía de que el funcionamiento va a ser el más adecuado.
¿Quieres saber los diferentes tipos de paneles solares fotovoltaicos y sus características? Sigue leyendo porque en este artículo de Fenosolar vamos a darte la respuesta.
¿Cuáles son los tipos de paneles solares fotovoltaicos?
Antes de elegir los paneles solares fotovoltaicos, hacemos un repaso de las diferentes tipologías existentes y todas sus características para tener un conocimiento más preciso.
Monocristalino, una alternativa eficiente
En la elección de paneles solares, los monocristalinos son sistemas efectivos para obtener energía de autoconsumo, especialmente si se va a destinar para ámbito residencial o comercial. No ocupan demasiado espacio y garantizan una gran durabilidad, ya que están realizados en silicio con un porcentaje de pureza realmente alto, hecho que motiva una eficacia interesante dirigida a huertos solares.
No obstante, existen algunos factores negativos. Uno de ellos es el alto coste del producto. Hay que tener en cuenta que el material supone una inversión elevada por parte del fabricante, por lo que esto mismo va a repercutir en el precio final.
Otro sería la influencia de las condiciones atmosféricas, ya que no se recomienda su disposición en aquellos lugares donde pueda hacer mucho frío y nieve, algo que puede deteriorar el panel o que pierda funcionalidad.
Policristalino, una alternativa económica
El policristalino es otro de los tipos de paneles solares fotovoltaicos. En el caso de que se prefiera hacer una instalación de tamaño reducido, este modelo es el más adecuado. De todas formas, también se puede encontrar en modelos de grandes dimensiones para obtener una mayor rentabilidad.
Si se tiene un presupuesto limitado, entonces es una tipología ideal para ser colocada en tejados; además, el precio es bajo en comparación con el anterior, siendo una buena alternativa que proporciona un fin económico factible para el usuario, ya que el proceso de fabricación no ha resultado tan costoso.
En cambio, hay algunos aspectos que no resultan tan atractivos. Por ejemplo, para producir la misma cantidad de energía que los monocristalinos, se requieren más placas que, al fin y al cabo, van a ocupar más espacio. A todo esto hay que añadir que el silicio empleado en su fabricación no es tan puro y, por tanto, la eficacia es menor.
Paneles de película fina dirigidas al transporte
Probablemente, esta tipología es la menos eficaz. No están realizados en silicio y no van a proporcionar tanta eficiencia en la producción de electricidad, de ahí que se empleen en medios de transporte o para otros usos funcionales más sencillos; es decir, para usos más básicos y sencillos. Un factor positivo es que no tiene un precio elevado gracias a que se reducen los costes de fabricación.
Sin embargo, el deterioro puede ser más rápido en comparación con las placas de silicio, del mismo modo que no son una buena solución para ser utilizados en ámbito residencial, comercial o industrial. Por tanto, puede ser una buena alternativa para recursos de tamaño reducido que no requieren un consumo elevado de energía.